1. Recuerdos a mi Bodega
Un quejido de dolor quedó acuñado en la Bodega; que allí dejé mi alma, y allí quedó mi magia por sus muros y sus venas. Fuiste el querido rincón que me robó tantas penas; vestida toda en gitana, me diste cien noches de farra con la magia de sirenas. Se me rompió el corazón con el perder una perla; la gente se enamoraba, entre esquilas y campanas, con brandis, sangría y cerveza. Yo te di mi devoción por quererte a ti morena; con mimo te engalanaba, pues eres sede encantada, con abanicos y castañuelas. Yo te brindo una canción y un ramito de azucenas, que fuiste paloma blanca dejando armonía y calma, en sus estancias viejas. Colgué yo en ti el color de mis óleos y acuarelas; puse sangría en las jarras, puse al ajillo las gambas, y pan blanco en las cestas. En ti se prendió mi amor como si fuera una hiedra; repicaron en ti las palmas, sonaron rumbas y salsas y tú te vestiste de fiesta. A ti te di yo el don de armonía y de nobleza; te dio ambiente la guitarra, del atardecer hasta el alba, oliendo a ajo y a cera. Caté el vino del porrón y callos a la madrileña; saqué del fuego unas tapas, con flan y licor de naranja, degustando así las cenas. Te tuve yo con pasión, y en ti planté mi bandera; fuiste una foto de España fuiste el color de mi raza, embrujada y hechicera. Un brindis hago de honor por mi dulce y fiel cocinera: pues ella siempre una dama, hizo buenas parrilladas y grandes y ricas paellas. Yo te he dado mi adiós, pero en ti queda mi huella; ¿Qué será de ti mañana sin cuadros, juerga ni nada?, me quedo sin ti con mi pena. |
2. Toma y dame
Tuyo es mi pelo, tuya es mi boca, tuyo es mi cuerpo, dame una rosa. Eres hermosa, yo quiero el cielo, te vuelves loca, por ser lucero. Dije te quiero y muchas más cosas, eres el fuego de una amapola. Toma una copa con burbujeo, perfume y aroma rezuman tus senos. Contigo yo sueño, tus manos me tocan, te canto un bolero, y te digo una copla. Mi alma celosa, por ti yo me muero, me huele tu alcoba, a tomillo y romero. Soy yo velero, y tu gaviota, blanco su vuelo, posa en su proa. Rocío de aurora, fruto en cerezo, en seda tu toga, la tocan mis dedos. La luna te escolta y se mira en tu espejo; mi alma está sola, si yo no te tengo. Dame venero y calor a tu sombra; tu rostro moreno, en virgen se forma. Dama y señora y miel caramelo; repican mil notas, en tus ojos bellos. Yo te recuerdo, mi alma te añora, que en este mi ensueño, te has vuelto preciosa. Si me das tus rosas, me alzaré del suelo. |
3. Recuerdos
Ardieron las golondrinas en el fuego de tus ojos; revolando se fue tu cabello, en baños de mar y de incienso, por mi vida y por mi cuerpo. Mi alma un ángel callado, colibrí de tus labios rojos; de fiesta se fue con el viento, en noches de luna y de verso, de tu ser enamorado y a tu encuentro. Se vistió tu cuerpo de grana, preñando tu cara de gozo; me diste el calor de tus senos y en mí reposaron tus sueños, jugando a ser guapa, por ese mi cielo. Bebí la miel de tu fuente, volviéndome casi yo un loco; perfume regaste en mi huerto, me ungiste de luz y de bierzo, para siempre, ser tu injerto. Quise tus besos divinos, tus sonrisas y tus sollozos; borracho mi ser en afectos, por tu mar navegué contento de peregrino, por tus adentros. Todo se viene y se aleja, todo se me hizo hasta corto, y hasta el calor de tus besos, se pierden ya en mi universo como quimeras, en mis recuerdos. Nacerán de nuevo unas vidas, brincaremos los dos como corzos; y en un jardín de embelesos, donde niños a amar jugaremos con alma limpia, hasta hacernos viejos. |
4. Nana
¡Pssss… !! Copito de algodón, ¡duérmete! que la luna te va a velar, y tu rostro va a acariciar como a un churumbel. Canela en rama y en flor, ¡duérmete! que un ángel te va a guardar, y a tu lado va a reposar para llevarte al Edén. Lucero ya en resplandor, ¡duérmete! que la noche te va a cobijar, y una nana te habrá de cantar hasta hacerte mujer. Mi dulce anisado bombón, ¡duérmete! que tu madre te va a abrazar, cuando amanezca tu despertar, para llenarte de bien. ¡ Pssss… !!, ¡duérmete! ¡duérmete! |
5. Un instante contigo
Dame que dame cariño, ponte a jugar con mi cuerpo, mujer nacida en mi sueño, ladrona de mis sentidos. Con una copa de vino y un cigarrillo en mis dedos, voy deshojando recuerdos, para abrazarme contigo. Jugué de nuevo a ser niño, los dos preñados de cielo; la noche se hizo un lucero, entre amores y entre mimos. Me diste mil regocijos, quise desearte consuelo, quise fundir hasta el hielo, con el eco de mis gritos. Amores se hicieron quejidos, ebrios se inflaron tus pechos, lumbre prendió en nuestro lecho, para volvernos divinos. Largo se me hizo el camino y húmedos todos mis rezos; en él pegué mil tropiezos, haciendo de fugitivo. Déjame ser peregrino y dame de nuevo tu afecto, tengo mis brazos abiertos, me tienes siempre de amigo; que tengo mi pecho encendido, para abrazarte con mi cuerpo. |
6. Arpegios de amor (La desconocida)
De rosa y de primavera, se ha llenado tu rosal; de vida y de luna llena, tu cuerpo me hace gozar. Tu pelo jugando en el viento, tu risa se hace cristal; cariño tienen tus pechos, porque es una forma de amar. Tus ojos de luna llena jugando están con el mar ; tu alma sueña que sueña, por ese azul de la paz. Tus labios son todo besos, que abrasan hasta quemar; tu cuerpo, yo me embeleso, tus brazos me abrazarán. De rosa y de primavera, se ha llenado tu rosal; la vida de luna y estrellas, tu cuerpo me hace gozar. Linda te hizo ya el cielo, pon tu garganta a cantar; me sabe a España y flamenco, tu voz llenita de sal. Teñida tu tez de serreña, gitana que me haces vibrar; me das alegría en las penas, llenándome de felicidad. Pondré yo en ti un ¡te quiero! tendremos los dos que soñar; seremos felices y eternos, en busca de libertad. |
7. Mi dueña
Te tengo en mi pecho, parte de mi alma; te tengo muy adentro, rocío del alba. Eres mi sueño, en noche de escarcha; tu luz de lucero, dibujando tu estampa. Te estrecha mi cuerpo, te arrulla mi alma; y a mis embelesos los vuelves fantasmas. Me quema tu fuego, me abrasan tus mamas; se funde en arpegios y ríen mis lágrimas. Me sopla tu viento, junto a mi almohada; me tocan tus senos, con la alborada. Tú y yo somos cuento, del hoy y del mañana. |
8. Regalo
Te regalo un sueño ¡quién lo diría!, porque eres mi amor de noche y de día. Te regalo un sol que alumbre tu vida, de niño pequeño ya te quería. Te regalo lo bello me das alegría, me das el sabor de mieles divinas. Te regalo una flor y quizás margaritas, seré tu lucero en cielo de artistas. Te regalo un bolero porque eres mi rima, me das tu calor, me quema y me tizna. Eres el amor que mi fuego aviva. |
9. Juego del amor
Han prendido tus besos en el balcón de mi vida; han anidado mis celos, por el blanco mar de tus pechos, anclando en ti mi quilla. Silvestre me puse encima, jugando a sentir tu cuerpo; tu ser encendido en rima, tu alma se hizo divina, de amor reventaron tus senos. Nacieron en mí mil recuerdos, se hicieron dos noches mil días; tus manos sobre mis sueños plácidas se hicieron cielos, por mi piel enmudecida. A vivir mi alma atrevida se fue en niebla de incienso; me diste mil noches divinas, le diste placer y alegría a mi alma y a mi cuerpo. Que eres la sabia en mi huerto de amor, cubriendo mi vida. |
10. Dedicación
Tiznadas en negro azabache, tus ojos se han puesto a bailar; tierna te toca la brisa, caracolas tu pelo, bonitas, se van con las olas del mar. La luna que te sonríe, de noche te va a cotejar; rosado tu rostro te pinta, y en dulce sigilo te brinda, la magia que hace soñar. Amantes tiene la noche, de gala te irán a buscar; por ese vaivén de la vida, rosa en mi pecho prendida, que da perfume a mi hogar. Contigo camino del cielo, contigo me he puesto a soñar; allí te encontré yo divina, y fuiste del verso mi rima, cantando el verbo de amar. Por ese mar de tu risa, marinero, a navegar. |