La cuna de mis años jóvenes

«Casaseca de las Chanas»

Cautelosamente perdido por los campos del vino desde hace cientos de años, fue naciendo Casaseca de las Chanas del seno de la fructífera madre Castilla.

Desde que comenzó la vida en este pueblo, fueron saludados sus habitantes una y otra vez por el sol y por la luna, por los veranos y por los inviernos, por las noches y por los días, por los grillos y por las aves, por las flores y por las mariposas.

En sus cercanías discurre cansado y maduro el río Duero sobre el histórico suelo de la vieja Castilla y a los pies de la antigua ciudad romántica de Zamora.

A partir del nacimiento del artista, su vida comenzaría a latir a la sombra y en la cuna de este su idílico pueblecito.

El espacio del pequeño y recogido mundo del mismo pueblo, se lo repartían por entonces unos mil habitantes, dedicados a las labores de sus sencillas costumbres de labradores.

Cogido de la mano de su padre, conocería el pintor ya desde pequeño, no solamente el campo de labranza de los alrededores del pueblo, el azul de los cielos en primavera, los altivos árboles junto al arroyo de la ribera, las vendimias de octubre con los amaneceres y puestas de sol, sino que también él escucharía el chirrido de los grillos y contemplaría las mágicas noches de un cielo pacífico y compacto con un sin fin de estrellas protegiendo a su pueblo.

Estas impresiones en su niñez marcarían la vida de Alejandro de tal forma, que más tarde se harían reconocibles y se darian cita en gran parte de sus cuadros y trabajos.

Los temas de sus primeros dibujos realizados en la escuela de Párvulos, estuvieron influenciados en gran manera por aquellas impresiones en su niñez.

Muchas de sus impresiones é imágenes fueron registradas en su mente en forma de recuerdos fotográficos, para el desarrollo después de sus trabajos artísticos sobre lienzo.

Casaseca de las Chanas, repartida a los pies de su iglesia de «San Juan Bautista», es el pueblo donde crecieron las raíces de su futura vida y donde él fue cautelosamente dando sus primeros pasos en la pintura y en las artes. Al destino de este pueblo, de sus gentes y costumbres le queda Alexal siempre agradecido.

Portada principal de la Iglesia de San Juan Bautista
Escultura de «San Juan Bautista» realizada en piedra-arsenica por Alexal

Bar yeye-Toño y comienzo de la C/ Cazurra

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